Tengo el blog demasiado abandonado, lo sé, no me peguéis por ello que ya me flagelo yo sólo. Pero antes de que os enfadéis del todo conmigo probar esta receta que os traigo.
Llevo un tiempo probando combinaciones sencillas de especias asiáticas, probando, rectificando, oliendo y bueno, creo que por fin he dado con una receta decente para publicar.
Son unos muslos de pollo al curry, más bien a mi salsa de curry, porque me la inventé por el camino.
Ingredientes:
8 muslos de pollo. (se puede sustituir por cualquier otra parte del pollo, es al gusto)
Curry.
Jengibre.
Salsa de soja.
2 Guindillas.
Cerveza
Cúrcuma.
2 Cebollas.
2 Dientes de ajos.
Un puñado de almendras tostadas sin piel.
Primero de todo doramos en una sarten con un poco de aceite los muslos de pollo, se tienen que dorar para que la piel quede bien crujiente y el pollo se selle. Cuando lo tengamos lo retiramos del fuego y reservamos.
En la misma sarten sofreimos la cebolla y el ajo picadito todo bien fino hasta que se doren también en un poco de aceite, recordar, dorado no es quemado, atentos al fuego.
Ahora viene lo divertido, añadimos la cerveza a las cebollas, un poco de curry, el jengibre, las dos guindillas enteras (cuidado en este paso, yo utilicé guindillas secas, si no queremos que pique, sólo hemos de omitir este paso), el cúrcuma que da un color dorado y un poco de olor muy sutil, probamos la salsa una vez que haya reducido un poco, seguramente haga falta un poco de sal que vamos a sustituir por un chorrito de salsa de soja para darle aún más un toque asiático.
Volvemos a añadir los muslos de pollo a la sarten, tapamos y dejamos que se terminen que hacer los muslos de pollo en la salsa, mientras se hace el pollo la salsa se va ligando poco a poco y los sabores mezclando. Cuando el pollo esté listo, lo retiramos y pasamos la salsa por la batidora (atentos, si queremos que la salsa no pique tanto retirar ahora las guindillas) para que esos trozos de cebolla formen una salsa espesa llena de sabor, color y mucho olor. Lo volvemos a poner en la sarten para que dé un último hervor, añadimos las almendras y listo.
Sólo nos falsa servir y disfrutar.
